miércoles, 11 de julio de 2012

extracto de la entrevista al cónsul. Dentro de poco, entera







Entrevista - Carlos Morales, primer cónsul de España en el sur de China
(final de mandato de tres años).

La entrevista al cónsul saliente de España en el sur de China contiene tres bloques:
1- comercial / económico
2- político
3- personal / consulado.

A continuación se presenta un extracto de la entrevista, con titular, entradilla y un par de preguntas que demuestran el estilo de la noticia.

La entrevista duró alrededor de una hora y contiene más de 5.000 palabras.




Título:
"El día que en España la educación tenga tanta importancia como el fútbol, empezaremos a cambiar"

Subtítulo:
Morales critica que ninguna autoridad española haya venido a China en los últimos años para convencer a una compañía área china de que abra un puente con España y lo considera "un asunto prioritario" si de verdad se quiere atraer la inversión china a nuestro país.

Entradilla: Carlos Morales, primer cónsul de España en el sur de China, termina después de tres años con el reto de dar a luz el consulado de España en una demarcación que reúne siete provincias y en la que viven más personas que en todos los Estados Unidos. En 2009, Guangzhou, la capital de Cantón, sufría la operación de estética más importante de su historia reciente para albergar los Juegos Asiáticos del 2010. Las líneas de metro florecían hasta convertirse hoy en día en unas de las más modernas del mundo, a los edificios les lavaban la cara hasta que sus fachadas perdieron el aspecto mugriento, las calzadas se reasfaltaban, las zonas financieras engullían a los laberínticos barrios y los rascacielos surgían como setas.

Morales tiene la sensación de haber vivido un cambio en Guangzhou más radical que los tres años que marca el tiempo de su estancia. Aun así, se va con la pena de ver cómo el asunto de los derechos humanos conserva la rancia esencia que palpó tras su aterrizaje "en paracaídas"; asegura sentirse orgulloso de haber ayudado a decenas de empresarios españoles que, muchas veces, cegados por un oasis en donde se avista negocio seguro, se topan de bruces con un escenario repleto de trampas de las que sobreponerse: "Muchos no lo consiguen, pero otros, sí".

Desde que se creó el consulado, el número de españoles registrados en Cantón se ha triplicado y es que en el transvase migratorio entre China y España son más los últimos los que hacen las maletas.
"No me gustan los blogueros, porque en muchas ocasiones hacen un trabajo amateur y publican textos con falta de fundamentos que pueden hacer mucho daño, sin embargo, los periodistas son profesionales en los que confío plenamente", asegura este cónsul de aspecto joven y lozano que no se muerde la lengua. Nos invita a sentarnos en el sofá en el que normalmente escucha, como un psicólogo, a los empresarios españoles, sus hijos aquí. Porque ser cónsul de España en China supone una tarea más paternal que diplomática.


Citas destacadas:
"Los chinos, que son buenos comerciantes, ven que los precios del sector inmobiliario siguen bajando y cuando más bajen y crean que tocan fondo, empezarán a comprar. Zonas como el centro de Madrid, Barcelona, Mallorca o Ibiza siguen teniendo las viviendas muy caras".

"La obsesión por la formación y por el futuro de las nuevas generaciones en países como Corea, Japón o en China no existe en España".

"El deseo de la prensa anglosajona es que la economía china fracase".

"Para determinados centros de poder económicos del mundo, Wall Street Journal o Financial Times, y representantes del capitalismo liberal e individualista, que un país oficialmente comunista funcione y que en los últimos 30 años haga posible el mayor milagro económico de la historia es muy difícil de tragar".

"Venimos de un país con una de las mayores burbujas inmobiliarias de la historia. No creo que los dirigentes chinos, que son más listos que los españoles, permitan que esto pase en China".

"El Hukou (división del campo y ciudad) es un sistema de apartheid interno, que les ha funcionado para evitar que las ciudades chinas se convirtieran en grandes metrópolis tercermundistas como hay en India".

"El chino medio suele ser muy trabajador y aprende muy rápido y cada vez necesita menos los productos de occidente y los que necesitan son cada vez de más calidad y de mayor valor añadido".

"El 80 % de los españoles asentados aquí son pequeños empresarios que tienen grandes problemas para hacer entrar un contenedor, que se enfrentan a leyes volátiles, a normas que cambian sin preaviso, a que sus socios chinos les estafan, a que vayan a los tribunales y los jueces chinos siempre fallan en contra de ellos...".

"Empresarios españoles siguen llegando a China, profesionales liberales como arquitectos o diseñadores siguen llegando y salen adelante, trabajando mucho. Que a lo mejor trabajan lo mismo en España y salen adelante, pues no lo sé, pero prefieren venir aquí".

"Me sorprende que un gran país como China, con dirigentes tan inteligentes y brillantes, porque lo deben ser para dirigir este país, hagan tan mala política con los derechos humanos".

"Los chinos tienen razones para todo, en cambio los españoles a veces actuamos sin saber las razones".




Extractos de la entrevista, según bloques.

POLÍTICA
- La educación en China, ¿está siguiendo el camino adecuado?
-Hay una cosa que admiro no solo de los chinos, sino de todas las culturas asiáticas desde que vine aquí la primera vez en 1996. La educación es uno de los aspectos fundamentales de esta sociedad. La educación de los hijos es fundamental: la familia, el estado y la sociedad se vuelcan en la educación. Desgraciadamente, eso no lo he visto en España. La obsesión por la formación y por el futuro de las nuevas generaciones en Corea, Japón o en China no existe en España, y no sé si en otros países de Europa existirá o no. Evidentemente nos sacan ahí una gran ventaja. El día que en España la educación tenga tanta importancia como el fútbol, quizá empezaremos a cambiar.


ECONÓMICA
- Dice usted que los chinos son muy trabajadores, ¿qué le diría al presidente de Mercadona cuando dijo que los españoles deberían trabajar como los chinos?
-Es muy difícil trabajar como los chinos. Ellos tienen una ética del trabajo y es una ética que los españoles hemos tenido, sobre todo la generación de mis padres, la generación de la posguerra. Pero creo que alguien nos ha vendido en España en los últimos años que éramos un país rico y que el Estado iba a proveerlo todo. España es un país que ha funcionado en la medida que la gente trabaja, se esfuerza y se organiza y sale adelante. No somos Australia, un país con 23 millones de habitantes que vive en una extensión como toda Europa y que tiene grandes depósitos  de uranio y hierro; ni lo somos, ni lo hemos sido, ni lo seremos nunca. Creo que la gente debe asumir más responsabilidades, deberes sin renunciar a sus derechos, pero conseguir un equilibrio entre ambos. Los chinos cada vez exigen más sus derechos, tener un trabajo digno y unas condiciones dignas con jornadas laborales más reducidas con mayor días de descanso y mayores salarios, vivir en mejores ciudades, con ciudades más limpias, tener más oferta de ocio... Pero en fin, no estaría de más aprender un poco de la ética del trabajo aquí, que no significa copiar, porque somos muy distintos, con historias y antecedentes muy distintos.

PERSONAL
- Siempre habla con mucho sentimiento del empresario español que viene a China.
-No era consciente de ese mundo. Considero que son gente de una gran valía, de un gran coraje, les tengo un enorme respeto y admiración, porque al fin y al cabo yo soy un funcionario, un diplomático y soy un trapecista con red, pero ellos son trapecistas sin red.

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