martes, 12 de octubre de 2010

Aquella gripe

http://www.elpueblodeceuta.es/201010138201.htm

Hace un año nos acechaba la psicosis de la gripe A. Ocurrió entonces que una enfermera erró cuando intentaba suministrar leche materna para alimentar a un neonato que había nacido como consecuencia de una cesárea practicada a una madre marroquí que había muerto días antes acuciada por el virus más terrorista de la era tecnológica. Este episodio fue resaltado por todos los medios de comunicación, que acabaron por fundir los plomos de la salud mental (tan codiciada estos días) de una enfermera que apenas se estrenaba en la profesión. La voracidad de los periodistas terminó por subyugar el derecho a la vida corriente de una chica a cambio de engordar en sus respectivos portales de internet una información muy rimbombante entonces (por la que todos los políticos y analistas se rasgaban las vestiduras con tal de no perder su silla) pero de la que nadie se acuerda ya, ni siquiera para investigar qué ocurrió con aquella chica que hoy día sigue su calvario sempiterno. Por entonces, me solidaricé con aquella enfermera sin rostro. Un año más tarde, los amigos que inventaron el famoso alcohol jabonoso se siguen frotando las manos contando el dinero que hicieron de un producto que luego resultó no ser aquella vacuna milagrosa que prevenía del contagio. La famosa señorita Trini, excandidata a candidata, mandó pedir miles de antivirales como medida de precaución, a pesar de que tuvo contacto diario con los mejores médicos que, a principos de verano, rebajaban ya la sensación de acabóse gestada en la población. Se tiró el dinero y no pasó nada. A pesar del revuelo que ocasionó la muerte de Ryan, el niño prematuro, gran parte del Parlamento votó no hace mucho en favor del aborto, contradiciendo su apoyo a la familia de Ryan. Si seguimos esta línea acomodaticia legislada en la calle por el ‘ande yo caliente riáse la gente’, ¿qué no pasará con los viejos cuando ya apenas puedan si quiera hablar? ¿Deberemos dejarlos morir para aliviar de dinero y espacio las arcas que otros mangonean? Aquella chica fue linchada por la opinión pública y hoy ni se acuerdan de ella ni del niño que murió. No son aptos para el consumo.

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